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Modernice la configuración del compromiso alumno-profesor en 3 sencillos pasos
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Hoy en día, la enseñanza sigue siendo una profesión enormemente significativa e impactante. Durante la pandemia de COVID-19, muchas personas redescubrieron su respeto y admiración por los trabajadores de primera línea, incluidos los profesores, y con razón. El profesor medio influye en más de 3.000 alumnos durante su carrera, y el 75% de los alumnos sigue percibiéndolos como mentores y modelos de conducta, mientras que más de la mitad de los alumnos afirma que un profesor le ha ayudado a superar un momento difícil.
La enseñanza sigue siendo fundamental, pero las condiciones docentes más difíciles han pasado factura a quienes asumen este papel vital. Los profesores y maestros de todos los niveles se encuentran entre los más sobrecargados de trabajo y estrés empleados de cualquier profesión. Debemos mantener la condición de los educadores como pastores del mañana, reduciendo al mismo tiempo la carga y la presión y liberando parte de su tiempo. Las herramientas, procesos y estrategias modernas pueden ayudar a restablecer el equilibrio.
Paso 1: Revisar las estructuras de las reuniones
La participación activa en las animadas conversaciones de clase es uno de los aspectos más destacados y esenciales del compromiso entre alumnos y profesores. Sin embargo, las mismas voces tienden a dominar la conversación en determinadas clases, reduciendo la participación de los alumnos menos ruidosos.
Una forma de solucionar este problema es hacer que los estudiantes trabajen en proyectos en grupos de estudio más pequeños, lo que facilita que todos los estudiantes participen y den su opinión. La reunión individual estudiante-profesor es otra, pero es una configuración que impone una enorme carga de tiempo sobre los hombros del profesor, el conferenciante o el profesor.
Los educadores pueden modernizar su enfoque de las reuniones individuales utilizando herramientas de programación que les permiten compartir su disponibilidad y que los estudiantes elijan las franjas horarias que necesiten.
Las ventajas son múltiples, tanto para los estudiantes como para los profesores:
Las mismas ventajas se aplican también a los profesores de alumnos más jóvenes.
Los estudios demuestran que la calidad de la relación entre el hogar y la escuela -profesores que se comprometen con los padres y padres que se interesan por la educación- es un indicador aún mejor del éxito académico que la participación activa de los padres en las actividades escolares.
Tradicionalmente, este compromiso entre padres y profesores ha adoptado la forma de una reunión de padres y profesores o de una reunión de padres una vez al trimestre. Esto supone para los profesores un estrés y una carga de trabajo adicionales considerables en una sola semana. Mientras tanto, los padres se quedan a oscuras durante el resto del trimestre, lo que les lleva a recurrir al correo electrónico para recibir información más periódica o a desentenderse por completo del contenido educativo de sus hijos.
Una vez más, modernizar este proceso mediante un Calendario Reservable que permita a los padres programar un breve espacio cada mes o cada dos meses, o siempre que tengan alguna duda o pregunta, podría ofrecer una solución mejor. Una conversación de diez minutos puede ahorrar horas perdidas en correos electrónicos insatisfactorios. Generar automáticamente un enlace Zoom en la invitación del calendario cada vez que se reserva un hueco puede, una vez más, hacer que estas llamadas sean más rápidas, cómodas y eficientes para todos los implicados.
Paso 2: Haz de la videoconferencia tu nueva normalidad
A riesgo de insistir, los programas de programación más avanzados y las herramientas de videoconferencia son una combinación excelente cuando se trata de modernizar y simplificar la relación entre alumnos y profesores. Pero el poder de las videoconferencias va mucho más allá de unas reuniones más cómodas y flexibles con padres y alumnos.
Ahora que el software de conferencias ofrece funciones como pizarras en directo, encuestas en tiempo real y salas virtuales, impartir conferencias y clases a distancia puede ser a veces una mejor forma de transmitir información, en lugar de considerarse un plan alternativo cuando un avión se retrasa, se rompe un hueso durante un viaje de esquí condenado al fracaso o se desata una pandemia mundial.
Una vez más, eso da flexibilidad a profesores y alumnos. Igualmente importante es el hecho de que este formato puede resultar más atractivo para personas con estilos de aprendizaje diferentes, a las que les resulta difícil mantener la atención o la concentración durante una clase tradicional. A los estudiantes también les puede resultar más fácil asistir a algunas clases cuando aprenden desde la comodidad de su propia casa, dormitorio o biblioteca.
La clave aquí es que los profesores no deben limitarse a pensar que las clases en línea son iguales que las clases presenciales, pero impartidas frente a una webcam en lugar de frente a un grupo de estudiantes. Utilizar las herramientas mencionadas y añadir imágenes, vídeos y audio a la sesión la hará mucho más interesante.
Como ventaja añadida, las clases pueden grabarse para que los alumnos las vuelvan a ver cuando repasen para los exámenes o entreguen los trabajos. Los padres de los niños más pequeños pueden experimentar por sí mismos el proceso de aprendizaje de la escuela o el profesor, y los catedráticos y profesores pueden ofrecer versiones grabadas de las clases más importantes a los años venideros.
El cara a cara sigue siendo enormemente importante. Parte del tiempo que se ahorra adoptando estos métodos más modernos puede dedicarse a pasar más tiempo cara a cara con los estudiantes o con pequeños grupos de proyectos, donde los altos niveles de compromiso son significativos e impactantes.
Paso 3: Regístrese en Slack (u otra plataforma de colaboración)
Los lugares de trabajo de todo el mundo se están dando cuenta de que el correo electrónico, aunque sigue siendo una herramienta importante, no es el fin de todo para la comunicación y puede llevar a la grave destrucción de tiempo y productividad. Muchas organizaciones están recurriendo a plataformas de colaboración que ofrecen una forma más natural, integrada y menos intrusiva de comunicarse, desde soluciones empresariales como Microsoft Teams y Workplace by Facebook hasta ofertas freemium como Twist y, por supuesto, Slack.
La ventaja es que se pueden crear canales o grupos para clases enteras. Si un estudiante hace una pregunta o solicita un recurso, tu respuesta está ahí para que todos la vean y la utilicen, ahorrándote el trabajo de responder al mismo correo electrónico repetidamente. Y lo que es aún mejor, pronto verás cómo otros alumnos se lanzan a responder preguntas y a ayudarse mutuamente, lo que no sólo ahorra tiempo a los profesores, sino que permite a los alumnos desempeñar un papel aún más activo y comprometido en su propio éxito educativo.
Al aprovechar las funciones que ofrecen las plataformas de colaboración, los profesores pueden guardar las notas y diapositivas pertinentes para que todos los alumnos sepan cómo acceder a ellas de forma rápida y sencilla. Incluso pueden crear encuestas para conocer las preferencias de los alumnos o enviar cuestionarios para preguntarles qué les ha parecido una clase o tarea reciente. Este tipo de seguimiento no sólo obliga a los alumnos a reflexionar sobre su comprensión, esfuerzo y participación, sino que también proporciona a los educadores información valiosa que pueden utilizar para mejorar el compromiso con los alumnos en el futuro. Además de los grupos y canales de Slack, los estudiantes pueden ponerse en contacto con los profesores en un chat directo, lo que puede ser preferible para los estudiantes más reservados que probablemente no se acercarían a un profesor cara a cara después de clase.
Por último, los empleados pierden horas a la semana simplemente cambiando de una aplicación a otra, así que cuanto más trabajo se pueda hacer en una sola plataforma, más eficientes serán los profesores. Las herramientas de trabajo modernas como Doodle se integrará directamente con tu panel de Slack, para que puedas programar reuniones o enviar opciones de franjas horarias a tu clase sin salir de Slack. Lo mismo ocurre con numerosas herramientas para compartir documentos, calendarios y conferencias.
Las organizaciones comerciales invierten millones en mantener a sus empleados productivos, comprometidos y satisfechos a través de herramientas modernas en el lugar de trabajo, ya que saben que verán el beneficio en su cuenta de resultados. Ya es hora de que apliquemos el mismo enfoque a las escuelas, donde maestros y profesores educan a nuestros hijos y les ayudan a alcanzar sus metas.
Utilizar el mismo tipo de herramientas que han adoptado otras industrias podría hacer de la enseñanza una experiencia más eficiente, productiva y menos estresante. También podría liberar tiempo para que los profesores, sobrecargados de trabajo, dedicaran más tiempo a lo que mejor saben hacer: enseñar, asesorar y relacionarse con sus alumnos.
Si trabajas en un colegio, instituto o universidad, aprovecha nuestra prueba gratuita de Doodle y recuperarás toneladas de tiempo de tu jornada para poder centrarte en lo que importa: enseñar y relacionarte con tus alumnos.