Tantas... distracciones. Desde las distracciones ambientales (ese compañero que habla alto por teléfono) a las distracciones digitales (ese Tweet que hiciste antes de comer y que no puedes dejar de mirar) o las distracciones sociales (la persona de la mesa de al lado que quiere contarte todo sobre su fin de semana), siempre hay algo que nos aleja de nuestro trabajo. Algunos informes sugieren que nos distraemos cada 40 segundos de nuestro trabajo, mientras que otros señalan que podemos tardar casi media hora en volver al trabajo de nuevo después de una interrupción. En la serie Enfócate, cada mes analizaremos un tipo de distracción diferente y te daremos consejos para bloquear el ruido de fondo y encontrar tu fluidez en el trabajo.
Cómo vencer el hábito de la distracción
¿Sueñas despierto? ¿Compruebas en serie las redes sociales? O tal vez crees que eres uno de esos raros unicornios que son realmente buenos en la multitarea. Las distracciones mentales son esos pequeños pensamientos y tareas que nos apartan de lo que deberíamos estar haciendo. En mi caso, es la interminable lista de tareas pendientes: pagar esa factura, organizar una cita para que jueguen los niños, responder a algunos correos electrónicos, apuntar algunos planes de comidas. Estas cosas parecen importantes, así que es fácil olvidar que no son urgentes. Antes de que te des cuenta, te has desconcentrado "sólo un momento", para volver al trabajo con la concentración por los suelos. Linda Stone, ex consultora de Apple y Microsoft, lo llama atención parcial continua. Pero, afortunadamente, hay formas de vencerla.
Fije la agenda
Las reuniones son un momento clásico para que la mente de la gente divague. Si has convocado la reunión, empieza con un orden del día claro y compartido (https://doodle.com/en/resources/blog/new-years-resolutions-hold-better-meetings-in-2019/), ¡y no dejes que nadie lo descarrile! Deja claro que te atendrás al orden del día. Durante cualquier debate abierto, haz saber inmediatamente a los asistentes si su tema de discusión queda fuera del ámbito de la reunión.
Infórmate antes de empezar
Comience las reuniones con la práctica de registrarse. Conceda a cada participante en la reunión unos momentos para compartir sus pensamientos y su actitud actual. Esta breve oportunidad para reflexionar puede ayudar a la gente a despejar sus distracciones personales y a centrarse en el trabajo que tienen entre manos.
Mantente en el buen camino
Como participante en una reunión, puede resultar aún más fácil distraerse. Para evitar distracciones mentales, empieza por negarte a asistir a reuniones que no sean realmente relevantes para ti (si puedes). Resista la tentación de consultar su correo electrónico colocando los dispositivos fuera de su vista y, si lleva un bloc de notas, coloque el bolígrafo sobre la mesa a menos que esté tomando notas. Intenta mantener el contacto visual con la persona que habla, como una señal para mantenerte concentrado.
Para las personas que suelen tener problemas de atención, como los adultos con TDA o TDAH, Monster sugiere una serie de tácticas para mantener la concentración, desde asegurarse de haber tomado un tentempié hasta hacer algo de ejercicio físico antes de que empiece la reunión.
Medita un minuto
Incluso cuando estás solo frente a un escritorio, puede ser difícil concentrarse. Si tu mente va dando saltos, respira profundamente o medita para refrescarte y volver a concentrarte.
Pídase a sí mismo que se comprometa
Cuando se te ocurra alguna nueva tarea o deber, encuentra algo de claridad mental preguntándote "¿Dónde debería estar mi concentración?". Siempre que te des cuenta de que te estás distrayendo, utiliza la pregunta para volver a comprometerte con la tarea en la que necesitas concentrarte.
Detén el cosquilleo
¿Y esas pequeñas distracciones que te hacen cosquillas en el cerebro? Si estás constantemente pensando en otras cosas que podrías estar haciendo, prométete a ti mismo que sacarás tiempo para ello más tarde. Ya sea escribir la lista de la compra o consultar las redes sociales, reservar un tiempo específico para hacerlo más tarde ayudará a tu cerebro a centrarse en el aquí y ahora.
En la próxima parte de Cómo centrarte, veremos todas las formas de vencer las distracciones digitales, desde las pestañas siempre abiertas del navegador hasta los cantos de sirena del smartphone.