Tu lista de tareas crece constantemente, pero tu tiempo sigue siendo el mismo. Sin un sistema claro, es fácil quedar atrapado en tareas que parecen urgentes pero que en realidad no te hacen avanzar.
El método ABCDE es un sencillo método de priorización que elimina el ruido. En lugar de abordar las tareas al azar, este método te ayuda a priorizar en función de la importancia y la urgencia.
¿Cuál es el resultado? Te centras en lo que realmente importa, delegas o eliminas distracciones y consigues hacer más cosas sin sentirte abrumado.
¿Qué es el método ABCDE?
Desarrollado por el autor de autodesarrollo Brian Tracy, el método ABCDE es una forma estructurada de clasificar las tareas:
Cómo aplicar el método ABCDE en tu rutina diaria
Empieza por hacer una lista de todo lo que tienes que hacer. No lo filtres ni organices todavía, anótalo todo. Una vez tengas la lista, repasa cada tarea y asígnale una A, B, C, D o E.
A continuación, aborda las tareas por orden de prioridad. Las tareas de nivel A son las primeras; no pases a las tareas B hasta que hayas completado todas las tareas de nivel A. Las tareas C sólo reciben atención una vez que has terminado con las tareas A y B, lo que a menudo significa que no se realizan en absoluto, y eso está bien.
La delegación y la eliminación son igual de importantes. Si puedes delegar algo, asígnaselo a otra persona o utiliza una herramienta para hacer el trabajo pesado.
Si es una E, elimínala por completo de tu lista.
Por último, asegúrate de reevaluar tus prioridades a diario. Lo que hoy era una tarea importante, mañana puede ser urgente o no. Sé flexible, pero disciplinado.
Ejemplos reales del ABCDE en acción
Autónomo: Trabajar con clientes y hacer crecer tu negocio
Un autónomo tiene múltiples proyectos entre manos. Cumplir con el plazo de entrega de un cliente es una A: no es negociable porque no hacerlo podría dañar su reputación y sus ingresos. Contactar con un antiguo cliente para futuros trabajos es una B. Es importante para el crecimiento del negocio, pero no tiene un impacto inmediato.
Actualizar la cartera de su sitio web es una C. Está bien hacerlo, pero no afectará a la carga de trabajo actual. Las tareas administrativas como la facturación son una D, porque un asistente virtual o una herramienta de automatización pueden encargarse de ellas.
Y, por último, dedicar una hora a retocar el logotipo, en algunos casos, es una E. Parece productivo, pero no genera ingresos.
Jefe de equipo: Equilibrar la estrategia, las reuniones y el resto del trabajo
Un jefe de equipo debe tomar decisiones de alto nivel sin dejar de participar en las operaciones diarias. Por lo tanto, preparar una propuesta de estrategia para una reunión ejecutiva es una A: es fundamental para el éxito a largo plazo.
Dar feedback individual a los miembros del equipo es una B. Es valioso, pero puede programarse estratégicamente en lugar de hacerlo inmediatamente. Asistir voluntariamente a un evento de networking es una C. Está bien, pero saltárselo no tendrá consecuencias reales.
Manejar la programación para todo el equipo es una D; es mejor utilizar una herramienta de programación como Doodle para automatizarla. ¿Asistir a una reunión que no requiere su participación? Eso es una E. Si no pueden contribuir de manera significativa, es tiempo perdido.
Dar el siguiente paso con Doodle
El método ABCDE te ayuda a identificar lo que necesita tu atención en primer lugar, a priorizar de forma inteligente y a utilizar las herramientas adecuadas para facilitar aún más tu trabajo.
Ahí es donde entra Doodle. Doodle te ayuda a reservar tiempo para tus tareas A y B sin la molestia de los correos electrónicos de ida y vuelta, ya sea para organizar reuniones, programar reuniones individuales o coordinar un proyecto con tus clientes.