Mejoran la productividad
Si las revisiones periódicas contribuyen a la comunicación y la responsabilidad, el tercer lado del triángulo es la productividad. Hablando con tu equipo en una reunión diaria o semanal puedes identificar y abordar cualquier cosa que pueda estar ralentizando el progreso. Una reunión 1:1 es una buena forma de debatir estos temas y aportar ideas para encontrar una solución.
Las reuniones periódicas también ayudan a asegurarse de que todo el mundo da lo mejor de sí mismo. En tus 1:1s, además de las discusiones de trabajo, puedes hablar de temas personales y dejar que tu equipo discuta cualquier cosa que pueda estar obstaculizando la productividad. Un buen gestor debe saber escuchar. En las sesiones de grupo, puedes debatir posibles retos y encontrar soluciones creativas para hacer las cosas.
Mejoran la dinámica de equipo** **
Ya hemos insinuado que las reuniones periódicas pueden ayudar a tu equipo, pero no está de más repetirlo. Las puestas al día bien planificadas se convertirán en el terapeuta de tu equipo. Las reuniones de equipo proporcionan un espacio seguro para que tus empleados compartan ideas sobre proyectos, discutan problemas y, en general, se conozcan mejor.
No se puede subestimar la importancia de una buena dinámica de equipo. La confianza dentro de un equipo y la apertura para debatir los problemas garantizan la consecución de los objetivos y el crecimiento. Cualquier fisura en esa cadena hará que tu equipo rinda por debajo de sus posibilidades y no cumpla los plazos. Si alguna vez crees que eso está ocurriendo, organiza una encuesta rápida y deja que tu equipo hable de ello.
Fomenta los ejercicios para romper el hielo cuando se incorpore gente nueva a tu equipo, organiza pausas virtuales para el café cuando tu equipo trabaje a distancia y reconoce los éxitos por pequeños que sean.
Encontrar tiempo para las reuniones de control** **
Como líder de una empresa, es fácil desviarse hacia una variedad de cosas. Es probable que tu agenda se llene con semanas de antelación y que a menudo tengas la sensación de que los check-ins son lo más fácil de hacer. No lo hagas.
Nunca se insistirá lo suficiente en lo importantes que son las reuniones 1:1 y las reuniones de grupo con tu equipo. Si te saltas las reuniones constantemente, lo más probable es que se interrumpa la comunicación, se pierda productividad y no se alcancen los objetivos.
Sé inteligente con tu tiempo. Una herramienta como Doodle, por ejemplo, te permitirá encontrar el mejor momento para que tu equipo se reúna. Haz una encuesta para reunir a todo tu equipo en cuestión de minutos en lugar de constantes rondas de correos electrónicos o utiliza 1:1s para enviar a un empleado tu disponibilidad y dejar que elija lo que más le convenga.
Utilizar los check-ins es una de las mejores formas, como líder, de conducir a tu equipo hacia el éxito. Apodérate del proceso y consigue el crecimiento que deseas para tu empresa.