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Mantenerse productivo puede ser difícil cuando hay tantas cosas que hacer. Muchos de nosotros empezamos el día con las mejores intenciones, sólo para perdernos en tareas poco prioritarias o en distracciones.
La buena noticia es que la productividad no tiene por qué ser complicada. Una de las formas más sencillas de mantener la concentración es el Método Ivy Lee, una técnica centenaria que aún utilizan los mejores profesionales.
¿Qué es el método Ivy Lee?
Ivy Lee fue un consultor de productividad contratado por el industrial Charles Schwab a principios del siglo XX. El método de Lee era tan eficaz que Schwab le pagó el equivalente moderno de 400.000 dólares por sus consejos.
El método de Ivy Lee es sencillo:
Al final del día, haga una lista de las seis tareas más importantes que necesita o quiere completar al día siguiente.
Ordénelas por orden de importancia.
Al día siguiente, empieza por la primera tarea y trabaja en ella hasta que esté terminada. Luego pasa a la siguiente.
Al final de cada día, pasa las tareas inacabadas a la lista del día siguiente y repite el proceso.
Eso es todo: sin sistemas complejos, sin aplicaciones, sólo una forma sencilla de centrarse en lo que importa.
¿Por qué funciona el Método Ivy Lee?
Este método elimina la fatiga de la toma de decisiones ofreciéndote un plan claro antes de que empiece el día. Fomenta la concentración al priorizar una tarea cada vez en lugar de hacer malabarismos con varias cosas al mismo tiempo.
El límite de seis tareas obliga a una planificación realista, reduce el agobio y aumenta la productividad. Lo mejor de todo es que marcar las tareas prioritarias crea un impulso que te mantiene motivado durante todo el día.
¿Qué ocurre cuando surge algo?
La fuerza del Método Ivy Lee reside en su simplicidad, pero ningún día de trabajo es realmente predecible. Después de enumerar seis tareas, tu objetivo es completarlas en orden, de una en una. Pero si surge un asunto urgente, no pasa nada por replantearse las prioridades.
Si es más importante que la tarea actual, puede tener prioridad, pero si no, debe programarse para más adelante. Las tareas inacabadas pueden trasladarse al día siguiente, lo que garantiza que las prioridades se mantienen claras sin descarrilar tu productividad. Esta flexibilidad mantiene el sistema estructurado pero adaptable a las exigencias del mundo real.
Programa cualquier tipo de reunión con Doodle
Doodle puede ayudarte a hacer más cosas eliminando las tareas de programación y minimizando la comunicación de ida y vuelta. Tus tareas más prioritarias estarán en tu lista de Ivy Lee, mientras que una página de reservas te garantiza sesiones de trabajo centradas.
Utiliza las encuestas de grupo para programar reuniones de forma eficaz y sincronízalas con el calendario de Google o Outlook para que tus tareas importantes no se solapen con otros compromisos.