Delegar es probablemente una de las habilidades más importantes que debe aprender cualquier líder empresarial.
Si lo hace bien, aumentará la productividad, elevará la moral y tendrá muchas posibilidades de alcanzar sus objetivos. Si lo haces mal o no lo haces en absoluto, tanto tú como tu equipo saldréis perjudicados.
Veamos cómo puede conseguir grandes mejoras en su equipo mediante una acertada.
Qué es la delegación
La delegación se define como la asignación de un determinado trabajo o responsabilidad y es una parte integral del liderazgo eficaz. Gracias a ella, los líderes y sus equipos obtienen varios beneficios.
Asignar tareas puede ayudarle a gestionar su tiempo de forma más eficaz, permitiendo que se centre en tareas de mayor nivel que requieren su experiencia. Esto, a su vez, puede mejorar el rendimiento y la moral del equipo, ya que éste se siente capacitado para asumir más responsabilidades y contribuir al éxito de la empresa.
Aunque parezca fácil, a algunos líderes les cuesta delegar. Esto no sólo puede tener un efecto negativo en su equipo, sino que aumenta el riesgo de burnout.
Una de las razones es la falta de confianza en las capacidades del equipo. Ese déficit de confianza lo sienten los que están por debajo de ti. Sin autonomía y responsabilidad, su equipo se desmotivará rápidamente y posiblemente buscará oportunidades en otra parte.
La comunicación y la toma de decisiones son otros problemas habituales de la delegación. Como líder, debe ser claro en sus expectativas, establecer objetivos alcanzables y asegurarse de que su equipo dispone de los recursos necesarios para llevar a cabo lo que le pide. Asegúrese de comprobar regularmente con ellos y de darles el apoyo que necesiten, sin asumir usted la tarea.