"La diversidad es que te inviten a la fiesta. A la inclusión se la invita a bailar". Son palabras de la escritora estadounidense y estratega de la inclusión Verna Myers.
Como líder empresarial, es su responsabilidad promover y fomentar un lugar de trabajo diverso e inclusivo. No solo es lo correcto, sino que tendrá un impacto medible en su negocio. El aumento de la innovación, la mejora del compromiso de los empleados y la retención del talento son sólo algunos ejemplos.
Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Echemos un vistazo a lo que significan la diversidad y la inclusión y cómo aplicarlas en su lugar de trabajo.
¿Qué son la diversidad y la inclusión?
Si quieres fomentar una cultura de trabajo que promueva la innovación, mejore el compromiso de los empleados y garantice la igualdad de oportunidades para todos, tienes que situar la diversidad y la inclusión en el centro de tu oficina.
Sin embargo, no basta con hablar de ello de boquilla. Eso significa que debe comprometerse a identificar y abordar los prejuicios inconscientes, promover la competencia cultural y cultivar prácticas de liderazgo integradoras.
Los prejuicios inconscientes son uno de los pasos más importantes pero más difíciles para crear un lugar de trabajo más integrador. Si prejuzgas a las personas, estás limitando tu capacidad de ver más allá de tus propias experiencias y creencias, impidiéndote reconocer y valorar las perspectivas y contribuciones únicas de los demás.
Una buena forma de abordar este problema es promover la diversidad cultural en el lugar de trabajo. Esto brinda a los empleados la oportunidad de conocer y apreciar tradiciones y valores culturales diferentes.
Las prácticas de liderazgo inclusivo que se centran en la retención del talento y la igualdad de oportunidades para todos pueden ayudar a garantizar que se escuchen y valoren las distintas voces. Al adoptar la diversidad y la inclusión, las empresas pueden crear una cultura más dinámica, productiva y acogedora en el lugar de trabajo.