Es lunes por la mañana y estás listo para conquistar la semana. Con el café en la mano, te sientas en tu escritorio, decidido a tachar todo lo que tienes en tu lista de tareas pendientes. Pasan unas horas y ya has contestado correos electrónicos, atendido algunas llamadas, respondido a mensajes de Slack y ojeado las redes sociales "sólo un segundo". Para cuando llegan las 5 de la tarde, estás agotado, pero de alguna manera, tus tareas más importantes siguen sin tocarse. ¿Te suena familiar?
La verdad es que algunas de las mayores pérdidas de tiempo en el trabajo no parecen tales en absoluto. Se cuelan en tu rutina, disfrazados de productividad, engañándote para que creas que estás progresando, cuando en realidad sólo te están robando tiempo. A continuación te explicamos cómo detectarlas y recuperar el control de tu jornada laboral.
1. La multitarea es el asesino de la productividad
Hacer malabarismos con los correos electrónicos, los mensajes de Slack y ese informe que tienes que entregar al mediodía parece un movimiento de poder, pero te está ralentizando. La investigación muestra que cambiar entre tareas puede reducir la eficiencia y aumentar los errores. En lugar de intentar hacerlo todo a la vez, céntrate en una tarea cada vez. Conseguirás hacer las cosas más rápido y mejor.
2. Las reuniones innecesarias te agotan el día
No todas las conversaciones requieren una reunión. Las llamadas largas y desestructuradas consumen horas valiosas que podrían dedicarse al trabajo real. Si una reunión no tiene un orden del día claro o una decisión que tomar, probablemente no sea necesaria. Antes de aceptar la invitación, pregúntate: ¿podría ser mejor por correo electrónico?
3. Revisar constantemente el correo electrónico y los mensajes es una distracción
La ansiedad por la bandeja de entrada es real. Empiezas el día revisando un correo electrónico y, de repente, es mediodía. Actualizar constantemente la bandeja de entrada o responder a cada ping interrumpe el trabajo en profundidad y dificulta la concentración. Establece momentos dedicados para revisar correos electrónicos y mensajes en lugar de dejar que controlen tu día.
4. Los compañeros parlanchines y los cotilleos del trabajo se acumulan
Una charla rápida junto a la máquina de café está bien, hasta que se convierte en un desglose de 30 minutos sobre el reality show de anoche o el drama de la oficina. Las conversaciones amistosas son estupendas, pero demasiadas interrupciones suman. Si tienes problemas con esto, intenta establecer límites o utilizar auriculares con cancelación de ruido para señalar cuándo estás en modo trabajo.
5. El perfeccionismo te ralentiza
¿Pasas demasiado tiempo afinando cada detalle? Intentar que todo esté "perfecto" puede impedirte avanzar. La verdad es que la mayoría de las tareas no requieren perfección, sino que hay que completarlas. Hágalas y, después, afínelas si es necesario.
Recupera tu tiempo con una programación más inteligente
Liberarse de estos hábitos de pérdida de tiempo cambia las reglas del juego, pero seamos sinceros: controlar la agenda es igual de importante. Si las reuniones y la coordinación siguen consumiendo tu día, Doodle puede ayudarte. En lugar de interminables cadenas de correos electrónicos y mensajes de ida y vuelta, puedes crear una página de reservas, enviar una encuesta de grupo y dejar que los demás elijan una hora que les venga bien. Menos complicaciones y más tiempo para lo que realmente importa. Pruébalo y verás la diferencia.