¿Le resulta difícil fijar el precio de sus servicios freelance? La idea de fijar sus propias tarifas puede parecer emocionante al principio, pero rápidamente puede convertirse en una tarea desalentadora.
El dilema de no querer cobrar de menos o infravalorar su trabajo, pero tampoco querer ahuyentar a los clientes potenciales con tarifas demasiado elevadas, puede resultar abrumador.
Sin embargo, con la estrategia adecuada, puede fijar el precio de sus servicios con confianza sin dejar dinero sobre la mesa. Veámoslo.
Factores a tener en cuenta a la hora de fijar precios
Antes de entrar de lleno en cómo fijar el precio de tus servicios como freelance, es esencial comprender los distintos factores que influyen en las tarifas. Las tarifas de mercado, la experiencia y los servicios de valor añadido son las consideraciones fundamentales a la hora de fijar los precios.
Investigar y comparar las tarifas estándar del sector para servicios similares en tu zona te dará una buena idea de por dónde empezar. Si está empezando, puede que tenga que ofrecer sus servicios a un precio más bajo antes de establecerse como una empresa competitiva.
Su nivel de experiencia también es un factor vital que puede ayudarle a justificar tarifas más altas. Si tiene años de experiencia en un área en particular, por ejemplo, escribiendo sobre programación, es razonable cobrar más por sus servicios que alguien que es nuevo. Las buenas valoraciones de los clientes también pueden ayudarle a justificarlo.
Por último, ofrecer servicios de valor añadido como revisiones adicionales, plazos de entrega rápidos o consultas extra puede ayudarle a cobrar tarifas más altas.
Cómo negociar tarifas
Hablar de dinero con los clientes puede darte miedo, pero es un aspecto inevitable del trabajo autónomo.
Algunos clientes empezarán con ofertas bajas, con la esperanza de que tu tarifa baje desde el principio. Si esto ocurre, es esencial que tengas algunas tácticas de negociación en tu arsenal.
El primer paso es escuchar las necesidades del cliente y entender su presupuesto. Sé sincero si puedes o no trabajar para el presupuesto que tienen. Si puedes, propón una tarifa con una explicación de por qué es justa. Sé flexible en la medida de lo posible, sin infravalorar tu trabajo.
Mantén siempre una conversación profesional. Muéstrate dispuesto a reunirte con los clientes y no te tomes ninguna oferta de tarifas más bajas como un ataque personal a tu valía, mantente firme pero abierto a llegar a un punto intermedio.
Además, no tengas miedo de abandonar un proyecto si la oferta es inferior a lo que estás dispuesto a trabajar y mantente firme si intentan cambiar las condiciones del trabajo una vez empezado.
Ajustar los precios a lo largo del tiempo
Revisar periódicamente su estrategia de precios le garantiza ser competitivo y, al mismo tiempo, recibir una compensación justa por su trabajo.
A medida que perfeccione sus habilidades y adquiera más experiencia, es razonable ajustar sus tarifas para los clientes potenciales. Además, debe considerar el valor de sus servicios en comparación con los mercados circundantes y los de la competencia.
Esté abierto a cambiar lo que cobra en función de la frecuencia o la cantidad de trabajo que reciba de un cliente. Si el volumen de trabajo disminuye, puede que sea el momento de subir las tarifas. Por el contrario, si se enfrenta a un descenso de clientes o a una perturbación del sector, puede que le convenga hacer lo contrario para mantenerse en el mercado.
Y por último...
Fijar el precio de tus servicios como freelance con confianza implica una evaluación justa del mercado, el nivel de experiencia y los servicios de valor añadido. No rehúyas la negociación y recuerda ajustar periódicamente tus estrategias de fijación de precios.
De este modo, te asegurarás de que tu duro trabajo se vea recompensado de forma justa, lo que te ayudará a mantener tu carrera como autónomo a largo plazo.
Como dice Franklin D. Roosevelt: "El único límite a nuestra realización del mañana serán nuestras dudas de hoy". Sal adelante y cotiza con confianza.
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