La fuga de tiempo es real: cómo dejar de perder el tiempo

Tiempo de lectura: 4 minutos

Limara Schellenberg
Limara Schellenberg

Actualizado: 10 abr 2025

A woman smiling and relaxed, drinking a hot cup of tea or coffee.

Hay un tipo de agotamiento silencioso que viene de estar constantemente "encendido". Siempre disponible. Siempre comprobando. Siempre intentando estar al día. No es que estés haciendo demasiado poco, es que te están llegando demasiadas cosas todo el tiempo.

No siempre vemos en qué se nos va el tiempo. Pero lo sentimos: esa extraña sensación de que el día se nos ha ido, aunque nunca hayamos dejado de movernos. Eso es perder el tiempo. Y no se trata sólo de tareas o listas de tareas pendientes. Se trata de la frecuencia con la que regalamos nuestra atención sin querer.

No se trata de arreglarse a uno mismo. Se trata de volver a ti mismo y decidir qué (y quién) merece realmente tu tiempo.

Cree su cuenta gratuita: no necesita tarjeta de crédito

Qué es la fuga de tiempo (y por qué no nos damos cuenta)

Las pérdidas de tiempo ocurren en silencio. Es mirar el móvil mientras esperas a que hierva la tetera y, de repente, ya han pasado 12 minutos. Es reescribir el mismo correo electrónico cinco veces. Es ser arrastrado a reuniones en las que no necesitas estar, a conversaciones triviales que se convierten en cotilleos o a sentirte obligado a responder a todos los mensajes en cuanto llegan.

Y no sólo en el trabajo. El tiempo también se escapa en nuestra vida personal. Conversaciones amables con personas que nos agotan. Llamadas de comerciales que no hemos solicitado. Decir "sí" a cosas cuando queríamos decir "tal vez" o incluso "no".

No nos damos cuenta de las fugas porque son pequeñas. ¿Pero sumadas? Nos cuestan concentración, energía y, a veces, nuestra paz.

¿Por qué nos preocupamos demasiado y nos centramos demasiado poco?

Gran parte de nuestro tiempo no se pierde en la acción, sino en la anticipación. En preocupaciones. En pensar demasiado. Ensayamos mentalmente conversaciones que quizá nunca lleguen a producirse. Nos detenemos en el momento incómodo de ayer. Escaneamos, nos desplazamos y comparamos. Nos decimos a nosotros mismos que nos estamos quedando atrás, aunque trabajemos sin parar.

Pero el cerebro no está hecho para tanto ruido. La preocupación fragmenta tu atención. Crea urgencia donde no la hay. Y roba tiempo a los momentos que realmente importan, como las mañanas tranquilas, el trabajo significativo o la presencia real con las personas que quieres.

Menos prisas, menos preocupaciones, más atención: ahí es donde empieza la atención.

Proteger tu atención también significa proteger tu paz

No tienes por qué dedicar tu tiempo a todo lo que te lo pida. Algunas conversaciones no son necesarias. Algunas llamadas no necesitan respuesta. Algunas invitaciones pueden permanecer en tu bandeja de entrada un poco más, o no ser aceptadas.

Proteger tu energía no es egoísta. Es sagrado.

Es elegir pasar tiempo con personas que te hacen sentir visto, no agotado. Es apagar las notificaciones que te apartan de tu trabajo o de tus pensamientos. Es decir no a los cotilleos y a la negatividad. No porque seas mejor que eso, sino porque estás cansado de encoger tu espíritu sólo para ser educado.

Puedes proteger tu paz. De hecho, tu capacidad de concentración depende de ello.

Tiempo consciente, no tiempo perfecto

No necesitamos "hackear" nuestros días. Sólo necesitamos reducir la velocidad lo suficiente para ver qué nos roba. En lugar de esforzarte más, intenta darte más cuenta.

¿Cuándo te sientes más enraizado?

¿Cuándo te sientes disperso?

¿Qué te ayuda a reconectar?

Tal vez sea un breve paseo antes de abrir el portátil. Tal vez sea decir no a una llamada que te parece más agotadora que útil. Tal vez cinco minutos de silencio. Tal vez sea cerrar los ojos y dejar que tu mente descanse, no por productividad, sino por ti.

No se trata de horarios perfectos. Se trata de honrar tu vida, una decisión suave a la vez.

Cómo Doodle te ayuda a proteger tu tiempo

Parte de recuperar tu tiempo es proteger tu calendario. Y ahí es donde entra Doodle. Doodle te ayuda a programar con intención, ya estés planificando una sesión con un cliente, organizando un taller o intentando proteger unas horas de trabajo en profundidad.

Con herramientas como las encuestas de grupo y la página de reservas, Doodle hace que sea fácil decidir cuándo estás disponible y, lo que es igual de importante, cuándo no lo estás. Sin cadenas interminables de correos electrónicos. Sin idas y venidas. Sólo claridad y espacio para que puedas centrarte en lo que realmente importa.

Tú pones los límites. Doodle te ayuda a mantenerlos.

No se trata de hacer más, sino de estar aquí

El tiempo es oro, pero tu atención lo es aún más. No podemos quedarnos con todas las horas. Pero podemos elegir cómo nos presentamos en ellas.

Cada vez que dices no a una distracción o eliges la paz en lugar de la presión, cierras una fuga. Vuelves a ti mismo. Honras la verdad silenciosa y poderosa de que se te permite vivir tu vida en tus propios términos.

Empieza por ahí. Empieza poco a poco.

Cree su cuenta gratuita: no necesita tarjeta de crédito

Woman with short hair and glasses

Tendencias

10 formas de perder el tiempo sin saberlo

Escrito por Limara Schellenberg

Leer el artículo
A woman sits on the couch with her laptop and headphones on

Blog

Tiempo de concentración vs. reuniones: Cómo encontrar el equilibrio adecuado

Escrito por Franchesca Tan

Leer el artículo
A woman working from her garden using a laptop and mobile phone.

Blog

6 formas de evitar distracciones y enfocarte

Escrito por Limara Schellenberg

Leer el artículo

Resuelve la ecuación de planificación con Doodle